Kingston, 23 de marzo de 2011
Hora: 14.50
Temp.: -2ºC
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Usualmente cuando pasa tanto tiempo y no escribo suele ser por 2 cosas... O no pasa nada de nada, o pasan tantas cosas que sencillamente hay que esperar que las cosas sedimenten para poder interpretarlas con algo de claridad.
Llegó el momento de definir rumbo y aclarar el panorama para poder seguir adelante.Como les escribí hace un mes, el lienzo que esperaba ser garabateado, comenzó a ser garabateado.
El viernes antepasado, me senté a hablar con Clark. Le expliqué que yo me sentía preparado para seguir adelante en el proyecto pero que en varias ocasiones le había escuchado decir que el no tenia ningún interés puesto en este proyecto, mas allá del hecho de ver que las cosas comenzaran a pasar para nosotros y el proyecto de la quesera. Yo le expliqué que para mi, tenerlo en cuenta para el proyecto era mas una cuestión de lealtad que de dinero como tal. Yo siento que Clark tiene un papel importante en todo el proyecto por haberme mostrado el camino de que si es posible hacer lo que uno quiere aquí en Canadá. Pero en este momento, yo necesito que Clark tome un lugar en este proyecto donde el este cómodo, para yo saber con qué cuento y seguir avanzando.
El me explicó que por múltiples razones, el no iba a ser de ninguna manera parte de la fuerza motriz que impulse el proyecto. Que a él le encanta ver como las cosas pasan, y que su trabajo aquí era el de conectarme con la gente que me puede ayudar, esa es y seguirá siendo su misión conmigo, ayudarme a contactar a las personas adecuadas para que las cosas buenas pasen. Una vez dicho esto, y dándole el visto bueno al proyecto como tal, me dijo que era momento de comenzar a caminar solo.
Salí de su casa ese viernes por la noche, contento, aliviado, con un poco de miedo a lo desconocido. Pero después de haber vivido lo que yo he vivido, me siento con la moral suficiente como para decir que he aprendido que el miedo es sólo un instinto básico de autopreservación. La diferencia está en como lo afrontamos, si huimos de él, o lo manejamos adecuadamente para que trabaje a nuestro favor.
Es impresionante lo que Clark logró conmigo en estos 5 meses escasos que tengo conociéndolo. Tener ese apoyo, esa ayuda constante, esa luz, esa orientación a cada minuto te ayuda de una manera insospechada a construir tu confianza en un ambiente nuevo. Al punto, que hoy me siento mucho mas capaz de emprender solo cualquier cosa, que cuando llegué a Canadá con la idea de "trabajar por ahí y ver que pasa, y cuando Silvia termine el PhD, veremos que hacer definitivamente". Hoy siento que estoy a milímetros de echar raíces!
Desde ese día comenzó la tarea de organizar por donde comenzar un proyecto como una quesera desde cero.
Ha sido abrumador. La cantidad de información que he (y hemos) tenido que manejar en estos días ha sido absolutamente increíble.
Abrí 2 frentes. Por un lado, buscar un espacio físico donde desarrollar la quesera como tal. El espacio físico es sin duda un requisito indispensable para seguir adelante con la burocracia lechera canadiense. Por otro lado, elaborar un proyecto que incluyera la quesera para armarlo y presentarlo ante el BDC, a saber, Business Development Bank of Canada, cuya misión es ayudar a crear y desarrollar empresas canadienses a través del financiamiento, capital de riesgo y servicios de consultoría, con énfasis en las pequeñas y medianas empresas.
Innombrables la cantidad de posibles proyectos que han salido a flote, como innombrables los diferentes enfoques que le hemos dado al problema de conseguir un espacio para colocar la quesera. La parte mas interesante de esta etapa ha sido como la presión puede sacar lo mejor o lo peor de cada uno de nosotros, según como lo enfoquemos.
Hemos recibido una infinidad de consejos y críticas, todas de mucho valor y tremendamente constructivas. Hemos cruzado palabras valiosas con varias personas, en diferentes aspectos, que con sus palabras han logrado atar a nosotros un cable a tierra. Pero inevitablemente, las críticas, por muy justificadas que yo pueda reconocer que sean, en el calor del momento, a veces logran minar ese ánimo, esas ganas de comerse el mundo... Y definitivamente aqui Silvia ha tenido un rol estelar en mantenerme con el ánimo arriba, a pesar - y gracias - a las críticas recibidas.
En particular, este último fin de semana pasado y después de haber recibido varias "enjabonadas" (leáse: movida de piso, meneada de mata, jamaqueo) y una montaña de información que nos dejó, por decir lo menos, abrumados, tuvimos que sentarnos a hablar con la mejor buena voluntad del mundo y llegar a un punto de encuentro.
Creo que por fin, podemos decir que tenemos un acuerdo y en base a este, podemos seguir avanzando.
La cosa sigue así: Tenemos que conseguir (1) una granja, (2) cerca de la ciudad (para que Silvia tenga acceso rápido a la universidad), (3) suficientemente grande para arrancar la quesera, sin que estas actividades se "estorben" y (4) dentro del presupuesto.
Parece una tarea imposible, pero no lo es. Con la paciencia inagotable de Silvia, logramos (logró ella solita) acotar nuestra búsqueda a 5 propiedades, todas entre 31 y 19 minutos del laboratorio de Silvia (Google Maps de por medio). Los tamaños varían entre 52 acres (21 Hectáreas) y 32 acres (12.9 Hectáreas) y en todos los casos, dichas granjas se encuentran cerca a centros poblados, satélites a la ciudad de Kingston, lo que le da un poder de re-venta y revalorización importante en caso que al final no resulte el mejor sitio para establecernos. Comenzamos hoy a ver las propiedades y terminamos el domingo, así que ya les contaremos.
La parte más interesante de todo el cuento y lo que le da nombre a la entrada de hoy, es que ayer, 22 de marzo de 2011, Gian Carlo Leocata es aplicante formal a la Licencia de Operación de una planta quesera ante OMAFRA (Ministerio de Agricultura y Asuntos Rurales de Ontario). Ay abuela!!!!! Toy cagao!
Por lo pronto, ya hice lo que podía hacer sin terreno, ya di el primer paso... y así comienza el resto de mi vida.
Sé que suena un poco raro pero quiero darles las gracias a todos los que me han apoyado, con sus comentarios, criticas y aportes, bien sea de persona, por teléfono, por email o respondiendo en el blog. Se que hay muchos que no pueden o no les gusta escribir, pero que igual me leen y también gracias a ustedes.
Bueno, del resto creo que por hoy es todo.
La primavera sigue su paso implacable, pero el invierno aun opone alguna resistencia. Hoy estamos bajo cero, pero la semana pasada estuvimos chevere toda la semana. Como sea, la cosa debería ir mejorando día a día.
Un beso y un abrazo a todos.
Gian Carlo
Llegó el momento de definir rumbo y aclarar el panorama para poder seguir adelante.Como les escribí hace un mes, el lienzo que esperaba ser garabateado, comenzó a ser garabateado.
El viernes antepasado, me senté a hablar con Clark. Le expliqué que yo me sentía preparado para seguir adelante en el proyecto pero que en varias ocasiones le había escuchado decir que el no tenia ningún interés puesto en este proyecto, mas allá del hecho de ver que las cosas comenzaran a pasar para nosotros y el proyecto de la quesera. Yo le expliqué que para mi, tenerlo en cuenta para el proyecto era mas una cuestión de lealtad que de dinero como tal. Yo siento que Clark tiene un papel importante en todo el proyecto por haberme mostrado el camino de que si es posible hacer lo que uno quiere aquí en Canadá. Pero en este momento, yo necesito que Clark tome un lugar en este proyecto donde el este cómodo, para yo saber con qué cuento y seguir avanzando.
El me explicó que por múltiples razones, el no iba a ser de ninguna manera parte de la fuerza motriz que impulse el proyecto. Que a él le encanta ver como las cosas pasan, y que su trabajo aquí era el de conectarme con la gente que me puede ayudar, esa es y seguirá siendo su misión conmigo, ayudarme a contactar a las personas adecuadas para que las cosas buenas pasen. Una vez dicho esto, y dándole el visto bueno al proyecto como tal, me dijo que era momento de comenzar a caminar solo.
Salí de su casa ese viernes por la noche, contento, aliviado, con un poco de miedo a lo desconocido. Pero después de haber vivido lo que yo he vivido, me siento con la moral suficiente como para decir que he aprendido que el miedo es sólo un instinto básico de autopreservación. La diferencia está en como lo afrontamos, si huimos de él, o lo manejamos adecuadamente para que trabaje a nuestro favor.
Es impresionante lo que Clark logró conmigo en estos 5 meses escasos que tengo conociéndolo. Tener ese apoyo, esa ayuda constante, esa luz, esa orientación a cada minuto te ayuda de una manera insospechada a construir tu confianza en un ambiente nuevo. Al punto, que hoy me siento mucho mas capaz de emprender solo cualquier cosa, que cuando llegué a Canadá con la idea de "trabajar por ahí y ver que pasa, y cuando Silvia termine el PhD, veremos que hacer definitivamente". Hoy siento que estoy a milímetros de echar raíces!
Desde ese día comenzó la tarea de organizar por donde comenzar un proyecto como una quesera desde cero.
Ha sido abrumador. La cantidad de información que he (y hemos) tenido que manejar en estos días ha sido absolutamente increíble.
Abrí 2 frentes. Por un lado, buscar un espacio físico donde desarrollar la quesera como tal. El espacio físico es sin duda un requisito indispensable para seguir adelante con la burocracia lechera canadiense. Por otro lado, elaborar un proyecto que incluyera la quesera para armarlo y presentarlo ante el BDC, a saber, Business Development Bank of Canada, cuya misión es ayudar a crear y desarrollar empresas canadienses a través del financiamiento, capital de riesgo y servicios de consultoría, con énfasis en las pequeñas y medianas empresas.
Innombrables la cantidad de posibles proyectos que han salido a flote, como innombrables los diferentes enfoques que le hemos dado al problema de conseguir un espacio para colocar la quesera. La parte mas interesante de esta etapa ha sido como la presión puede sacar lo mejor o lo peor de cada uno de nosotros, según como lo enfoquemos.
Hemos recibido una infinidad de consejos y críticas, todas de mucho valor y tremendamente constructivas. Hemos cruzado palabras valiosas con varias personas, en diferentes aspectos, que con sus palabras han logrado atar a nosotros un cable a tierra. Pero inevitablemente, las críticas, por muy justificadas que yo pueda reconocer que sean, en el calor del momento, a veces logran minar ese ánimo, esas ganas de comerse el mundo... Y definitivamente aqui Silvia ha tenido un rol estelar en mantenerme con el ánimo arriba, a pesar - y gracias - a las críticas recibidas.
En particular, este último fin de semana pasado y después de haber recibido varias "enjabonadas" (leáse: movida de piso, meneada de mata, jamaqueo) y una montaña de información que nos dejó, por decir lo menos, abrumados, tuvimos que sentarnos a hablar con la mejor buena voluntad del mundo y llegar a un punto de encuentro.
Creo que por fin, podemos decir que tenemos un acuerdo y en base a este, podemos seguir avanzando.
La cosa sigue así: Tenemos que conseguir (1) una granja, (2) cerca de la ciudad (para que Silvia tenga acceso rápido a la universidad), (3) suficientemente grande para arrancar la quesera, sin que estas actividades se "estorben" y (4) dentro del presupuesto.
Parece una tarea imposible, pero no lo es. Con la paciencia inagotable de Silvia, logramos (logró ella solita) acotar nuestra búsqueda a 5 propiedades, todas entre 31 y 19 minutos del laboratorio de Silvia (Google Maps de por medio). Los tamaños varían entre 52 acres (21 Hectáreas) y 32 acres (12.9 Hectáreas) y en todos los casos, dichas granjas se encuentran cerca a centros poblados, satélites a la ciudad de Kingston, lo que le da un poder de re-venta y revalorización importante en caso que al final no resulte el mejor sitio para establecernos. Comenzamos hoy a ver las propiedades y terminamos el domingo, así que ya les contaremos.
La parte más interesante de todo el cuento y lo que le da nombre a la entrada de hoy, es que ayer, 22 de marzo de 2011, Gian Carlo Leocata es aplicante formal a la Licencia de Operación de una planta quesera ante OMAFRA (Ministerio de Agricultura y Asuntos Rurales de Ontario). Ay abuela!!!!! Toy cagao!
Por lo pronto, ya hice lo que podía hacer sin terreno, ya di el primer paso... y así comienza el resto de mi vida.
Sé que suena un poco raro pero quiero darles las gracias a todos los que me han apoyado, con sus comentarios, criticas y aportes, bien sea de persona, por teléfono, por email o respondiendo en el blog. Se que hay muchos que no pueden o no les gusta escribir, pero que igual me leen y también gracias a ustedes.
Bueno, del resto creo que por hoy es todo.
La primavera sigue su paso implacable, pero el invierno aun opone alguna resistencia. Hoy estamos bajo cero, pero la semana pasada estuvimos chevere toda la semana. Como sea, la cosa debería ir mejorando día a día.
Un beso y un abrazo a todos.
Gian Carlo